Nuestro querido vecino, el infranqueable, el inexpugnable, el que no dejaba pasar una, el que les enseñaba un cartelito a los delanteros y extremos de los equipos contrarios
nos dice adios. Bueno, le obligan a decirnos adios, puesto que no renovará y nos dejará la banda para que la defiendan otros. Espero que vengan otros laterales más inexpugnables e infranqueables, sean vecinos o no. Pero lo que dificilmente mejoraran será el guante que tenía en su pie derecho. Que manera de tirar las faltas.
Nuestro más querido adios. O hasta luego, que creo que volveremos a verlo por el “nuevo almarjal”, aunque sea con otra camiseta menos digna.
Hasta otra Unai.
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