Al parecer vamos o hay gente que quiere que tengamos un filial en segunda división. No, no me he equivocado. Cuando he dicho segunda división, me refiero a la segunda división, nada de segunda B, tercera ni esas historias. Repito, hay gente que quiere que tengamos un filial en segunda división.
Y ¿Porqué digo esto? ¿No está prohibido por ese estamento nacional limpio y fuera de toda corruptela como es la LFP?
Efectivamente, no podemos tener al F.C. Cartagena y un F.C. Cartagena B en la misma división. Pero, como símil, no era el Getafe filial del Real Madrid o el Valencia filial del Barcelona. ¿No se cambiaban los jugadores que no les servían a uno, para que el otro equipo los aprovechase?
Pues resulta que esa idea la ha tenido alguien. ¿Quién? Nadie de Cartagena, por supuesto. Desde la ciudad donde crecen los pimientos en las paradas de autobús y riegan a escupitajos, llevan pidiendo varios jugadores que han militado o militan en el F.C. Cartagena. Pero no contentos con eso y por las noticias frescas de ayer, las que cuentan que Sergio Fernández, su actual director deportivo (todo un señor), ha decidido marcharse por motivos familiares (vamos, que la familia quiere que le pague más el Hércules). Si Sergio Fernández se va, probablemente se vaya el entrenador, un auténtico estratega del fútbol ofensivo (un Guardiola). Y ahí salen las voces huertanas a pedir lo que quieren. Por ahora he leído que quieren a (agarraros los machos que se os van a caer de la risa): David Buitrago, Juan Ignacio Martínez, Longás y Toché. Se descuidan y se llevan a Goiría, Riga, Lafuente, Txiki y a Mariano Sánchez.
Con un par.