PIDAMOS FAVORES

A mi personalmente no me gusta que me quiten nada (deportiva y extradeportivamente hablando) ni los señores árbitros ni nadie (la expulsión de Cygan en Salamanca tiene mondongos). Al igual que digo esto, debo esperar que no me den nada, por lo que no suelo pedirlo. Pero viendo algunos de los arbitrajes que hemos recibido, sobre todo últimamente, pues no me queda más remedio que pedir, además de que estamos muy necesitados... de puntos.

Como no sabía exáctamente qué pedir, ni a quién, pues he mirado en lo más profundo de mi. Primero, me lo tomé al pie de la letra, y no vi más que visceras, sangre y desperdicios de lo que se denomina el proceso de intercambio de materia con la naturaleza. Supuse que eso no servía para nada, a parte de para ser desagradable, así que pregunté y me dijeron que donde tenía que mirar era en mi "yo" profundo, espiritualmente hablando. Todo parecía tener más sentido. Busqué y rebusqué todo lo que pude, y al final (espiritualmente hablando) vi una llama encendida. Una llama espiritual, en la que no tengo más remedio que refugiarme. Esa llama tenía un nombre y es:

La mare de Déu del Mont.

A esta señora le pondré un par de velas, ya que los devotos de Girona dicen que funciona. Veremos a ver si tienen razón.

Creo que no me queda más remedio que acogerme a ella y dejar toda mi vida espiritual en sus manos. Eso si, a partir del martes, mi devoción se irá por otros caminos y hacia otros personajes. Es que tanto mirar en mi "yo" profundo, espiritualmente hablando, me he dado cuenta que espiritualmente soy un chaquetero de mucho cuidado.

Señores, a rezar, a esperar y a pasar una gran semana, que, el sábado, viene el Levante, con la mala intención de levantarnos los 3 puntos. Se que es un chiste malo y patético, pero no he podido reprimir mis ganas de dejarlo caer. Esto me pasa por mirar tan dentro de mi (espiritualmente hablando, claro).

Por cierto, quien quiera visitarla, deberá subir un monte de 1123 metros de altura. Conmigo que no cuenten, que unas horas de devoción no dan para tanto.